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domingo, 17 de marzo de 2013

CARTA DEL JEFE INDIO NOAH SEATTLE 2

DISCURSO DEL JEFE INDIO NOAH SEATTLE




Aunque el famoso discurso es un mito, el Jefe Seattle realmente existió y, de acuerdo a muchos registros históricos, era elocuente y sabio. Resulta bastante fácil conseguir un estudio sobre el tema, escrito por Daniel y Patricia Miller, como también un artículo sobre el Jefe Seattle aparecido el 29 de Octubre de 1887 en el Seattle Sunday Star, firmado por el Dr. Henry A. Smith. Si se le solicita, Caldwell suministrará su estudio del otoño de 1983 "El Mito del Manifiesto Ambiental del Jefe Seattle", más una copia del estudio de Rudolf Kaiser de Mayo de 1984 sobre la recepción europea del mito del Jefe Seattle, subtitulado:"Casi una Historia Detectivesca". El Museo de Historia e Industria de Seattle ha impreso un folleto que contie-ne la versión del Dr. Smith, dada en 1887, sobre el famoso discurso del Jefe Seattle. (Copias de este folleto se pueden obtener enviando un sobre con franqueo prepago al Museum of History and Industry, 2700 24th Avenue East, Seattle, Wash. 98112, Estados Unidos).
En su artículo de 1887, el Dr. Smith describe a Seattle con gran admiración y da una transcripción de un discurso que le escuchó pronunciar en respuesta a la propuesta del Gobernador Isaac I. Stevens, probablemente en Enero de 1854. Smith :



"Su Dios ama a su gente y odia a la mía; El rodea amorosamente sus fuertes brazos alrededor del hombre blanco y le dirige como un padre haría con sus hijos, pero El ha olvidado a sus hijos rojos; El hace crecer a sus hijos cada día más fuertes, y llenarán muy pronto toda la tierra, mientras que mi pueblo va desvaneciéndose como una marea que se retira con rapidez y que nunca más volverá a fluir. El Dios del blanco no puede amar a sus hijos rojos, sino los protegería. Ellos parecen ser huérfanos y no pueden buscar ayuda en ninguna parte. ¿Cómo podemos convertirnos en hermanos? ¿Cómo puede su padre convertirse en nuestro padre y traernos prosperidad y despertar en nosotros sueños de una retornante grandeza?"
"Nos parece que vuestro Dios es parcial. El vino al Hombre blanco. Nosotros jamás lo vimos; ni jamás hemos escuchado su Voz; El le dio al blanco sus leyes, pero no le habló a sus hijos rojos que por millones llenaba este vasto continente, como las estrellas llenan el firmamento"

"Su religión estaba escrita en tablas de piedra por el dedo de hierro de un Dios enojado, para que no se les olvidara . . . Nuestra religión es la tradición de nuestros antepasados, los sueños de nuestros ancianos, dados a ellos por el Gran Espíritu, y la visión de nuestros sacerdotes, y está escrita en el corazón de nuestra gente."

"Vuestros muertos dejan de amarles a ustedes y a los hogares de su nacimiento tan pronto atraviesan los portales de la tumba. Ellos vagan mucho más allá de las estrellas, son rápidamente olvidados, y jamás regresan. Nuestros muertos jamás olvidan el hermoso mundo que les ha dado el Ser."

El Jefe Seattle advierte contra la inutilidad de más violencia, diciendo:"Cuando nuestros jóvenes se enojan por alguna real o imaginaria mala acción, y desfiguran sus rostros con pintura negra, sus corazones también se desfiguran y se tornan negros. Entonces su crueldad es incansable y no conoce límites, y nuestros ancianos no pueden detenerlos. Pero tengamos la esperanza de que las hostilidades entre el hombre rojo y sus hermanos carapálidas no regresen jamás. Tenemos todo para perder y nada para ganar".
 "Después de Todo, Podemos Ser Hermanos"
El Jefe Seattle termina con una predicción que resultó muy acertada:"La noche del indio promete ser muy oscura". Luego dice:
"Pero, ¿por qué amargarnos? ¿Por qué debería yo murmurar por la suerte de mi pueblo? Las tribus están hechas de individuos y no son mejores que ellos. Los hombres van y vienen como las olas del mar. Una lágrima, un 'tamanawus', una mueca, y se alejan de nuestros ojos para siempre. Aún el hombre blanco, cuyo Dios caminó y habló con él, de amigo a amigo, no es una excepción al destino común. Después de todo, podemos ser hermanos. Ya lo veremos" .Luego le recuerda Seattle al gobernador que los espíritus de su antes numeroso pueblo habitan la tierra: "El Hombre blanco nunca estará solo. Sea el blanco justo y trate con bondad a mi pueblo, porque los muertos no están totalmente sin poder".http://nomoriridiota.blogspot.com.es/2012/04/la-carta-del-jefe-indio-seattle-no-es.html

          








1 comentario:

  1. Yo si lo creo; después de todo se puede ser hermanos y no sólo con el hermano rojo, con cualquier hermano de cualquier....(color, religión, condición, etc),sólo hermanos. Donde sea el suelo y el cielo lo que nos une, aparte de una historia genética muy muy lejana, y el derecho a ser iguales lo que prevalezca.
    Gracias por la publicación.

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